martes, 3 de agosto de 2010

Arquitectura y tradiciones

Arquitectura y tradiciones
Por: Oscar Alfonso Pabón Monroy (*)

Viejos pasajes y corridos cuentan con detalles sobre las sencillas formas de las viviendas propias del territorio llanero. Otros recientes cantos con nostalgia relatan la desaparición de aquella arquitectura ancestral, principalmente en las zonas urbanas.

En Villavicencio tenemos dos lugares, uno oficial y otro privado, que enseñan a escala normal lo que pudo ser la arquitectura vernácula del llano.

En el parque Las Malocas se localiza el Hato Santa Elena que trata de ser una réplica de un hato llanero, con varias construcciones levantadas con madera, cubiertas con hojas de palma y paredes de concreto con texturas que simulan adobe.

Cada casa con sus muebles, enseres y corotos deja apreciar su uso campesino. Aunque la gobernación del Meta no lo publicita como tal, para mí ese lugar es un completo museo de artes y tradiciones llaneras. Dentro del mismo parque está algo parecido a un pueblo sabananero. Esta obra difiere mucho de los patrones autóctonos.

Vecino a esos conjuntos se construyó el sendero de los mitos y las leyendas. En su ruta se encuentran siete espantos propios del folclor demosófico llanero. Tanto la abstracción artística como las esculturas están muy bien logradas. Sola hay un pero, les faltan las placas respectivas con los nombres tanto del mito como del autor de la obra.

En el rumbo a Puerto López, se ubica el parque Merecure. A la orilla de su inmenso lago se levantó un pintoresco y curvo poblado, cuyas casas de fachadas irregulares trasladan al visitante a los añejos puertos de Orocué y Cabuyaro.

Surge aquí una paradoja: el modernismo borró la pueblerina arquitectura llanera, sin embargo el mismo modernismo hace posible recrearla en las ciudades.

(*) Comunicador Social comunitario

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